El pianista irunés ofrecerá mañana una conferencia en el Amaia sobre la figura de Tadeo Murguía

Desde que asistió a su primera clase de música, el pianista irunés Luis Noain Calabuig supo que su vida estaría vinculada a esta disciplina artística. Tras realizar un master en el extranjero e instalarse después en Madrid para completar sus estudios con una tesis doctoral sobre Chopin, en la actualidad Luis Noain divide su tiempo entre la docencia, investigación, publicación de escritos y conciertos. El pianista irunés ofrecerá mañana, a las 19.30, en el Centro Cultural Amaia, la conferencia titulada Músicos de Irun, organizada por el Foro Bidasoa XXI.

- ¿En que va a consistir su intervención?

- Hice una investigación a través del archivo de Eresbil y vi hay muchísimos músicos de Irun, sobre todo en el siglo XX. Por eso, aunque el título de la conferencia esté escrito en plural, hablaré solamente sobre una persona. En este caso, sobre Joaquín Tadeo Murguía. Con este título, dejaremos abierta la posibilidad de hablar de otros músicos en un futuro.

- ¿Por qué se decantó por Tadeo Murguía?

- Es una época en la que hay muchos cambios en Europa, tanto a nivel musical como histórico. Fundamentalmente, me atrajo la época en la que vivió Murguía. En la conferencia, hablaré de su obra, pero también presentaré una proyección de imágenes y una pieza suya. Quiero hacer una cosa asequible y divertida.

- Y sobre la persona de Tadeo Murguía, ¿ha habido algún detalle que le haya llamado la atención?

- No tenemos mucha documentación acerca de él. Pero, analizando las obras que dejó, me he dado cuenta de que no era un organista tradicional. También es curioso que rechazó ser organista de la catedral de Toledo, quizá porque estaba a gusto en Málaga.

- Señalaba que fue Murguía vivió una época interesante desde el punto de vista musical. ¿Fue también un período rico para Irun?

-Francamente, desconozco cómo se vivió en Irun esta época. Lo que sí puedo decir es que entonces Irun era una ciudad rural y que, por lo tanto, deduzco que no había muchas oportunidades de desarrollarse como músico. De hecho y como ejemplo, aunque Tadeo Murguía nació en Irun, se marchó a vivir a Madrid y, después, a Málaga, ciudad en la que falleció.

-Su conferencia se centra en una persona, pero en Irun han nacido muchos músicos conocidos.

- Sí, es cierto por eso pensé que hablar de todos ellos, o de los más importantes, podría resultar abrumador y decidí centrarme en una sola persona esta vez. Tenía pensado hablar de Luis Mariano, porque es el músico más importante que ha tenido esta ciudad, pero para hablar de él necesitaría más de una conferencia. Luis Mariano ha sido el músico más importante que ha habido en Irun. Fue un grandísimo tenor, cantante de opereta, con un precioso estilo y voz. Además de él, también había pensado hablar de Ricardo Requejo, pero al final me decanté por Joaquín Tadeo Murguía.

- Está claro que Irun es una ciudad de gran tradición musical. Usted comenzó sus estudios aquí. ¿Por qué se decantó por la música?

- En mi familia, mis hermanos eran muy deportistas pero yo me di cuenta de que el deporte no era lo mío. Por eso, mis padres decidieron probar con la música. Desde la primera clase que di con María del Carmen Retegui, que todavía recuerdo con claridad, decidí que quería dedicarme a la música.

- Al igual que Murguía, usted también se marchó fuera.

- Sí, me marché a Londres a estudiar. Fui allí a hacer un master y me especialicé en la obra de Frederic Chopin.

- De hecho, su tesis doctoral está basada en el estudio de este músico, ¿no es así?

- Sí, es el compositor que más me interesa y he sentido de cerca. Me identifico bastante con Chopin y la visión que éste tenía del arte. Chopin habla con mucha claridad al alma.

- ¿Cómo ve la situación musical de hoy en día en España?

- Hay algo que me llama la atención y es que hay espacio para los grandes conciertos, pero no hay auditorios que acojan espectáculos más pequeños. Creo que hay un vacío en este sentido. Lo que hace que una ciudad sea musical no son esos grandes espectáculos, sino aquellos que pertenecen a lo que podríamos llamar segundo mercado. En ciudades como Londres o Nueva York los auditorios que acogen actuaciones de este segundo mercado se llenan, aquí todavía no disponemos de esta oferta.